¿Y si les digo algo así?:
Queridos hermanos bloggers, estoy de vuelta y con muchas ganas de escribir y recibir su aprobación o rechazo… ¿Que por qué me tardé tanto? Bueno, la razón es simple. Recordarán que –como les dije antes—me recluí en el CACA para someterme a un tratamiento con el fin de evitar la ingesta incontrolada de Coca-Cola. El tratamiento dura cuatro meses y por ello no me hice presente ante ustedes en todo este tiempo. Pero ahora estoy por salir del encarcelamiento y pretendo regresar a mi vida bloggeril…
No, no. No puedo decirles eso, ¿y si se enteran que pretendo tomarme una Coca de 2 litros a las 11:59 de la noche del último día de tratamiento? Entonces se decepcionarían de mí.
Bah, qué más da. Les diré:
La verdad estoy aquí porque me da la gana de escribir de nuevo, Si me quieren leer qué bueno y si no, me da igual. No había venido porque me da flojera perder mi tiempo en escribirle a gente como ustedes, y más flojera me da leerlos porque la verdad me aburren sus escritos. Sí, no se azoten. Si les gustó mi explicación bien, si no…
¡No, tampoco! Es que si les digo eso entonces mis 36 seguidores se van a enojar y me van a civerlinchar… esperen: ¿36 seguidores? ¡Cuando me fui eran 35! ¿O sea que aunque no escriba gano seguidores? Con mayor razón, no puedo tratarlos así.
Mejor les diré:
Saben, todos estos meses perdí la adicción a la Coca-cola, pero gané una más poderosa: al Facebook. El FACE ha sorbido mi cerebro y lo ha reemplazado por fotos, videos, enlaces, y tonterías escritas por las paredes… o bardas… aah, son muros. Por ello, no he tenido tiempo de escribir…
¡No, no, no! A los bloggers nunca se les debe decir la verdad. Ah, eso es: ¡les inventaré una historia triste y desastrosa para que tengan compasión de mí!:
Lamento mi ausencia todos estos meses, créanme que los he extrañado y que siempre he deseado volver a mis orígenes y con las personas que realmente me quieren… me aprecian… bueno, que les interesa leerme. Pero lamentablemente el accidente que sufrí cuando fui atropellado hace cuatro meses me lo había impedido. Recobré el conocimiento hace dos meses y empecé mis terapias psicomotrices. Los doctores decían que tuviera fe, que estaban convencidos de que podría mover los dedos alguna vez. Pero el tratamiento se retrasó porque mi hermana engendró dos hijos durante ese tiempo, y pues nos quedamos sin dinero para pagar mis terapias. Y lo peor es que mi perrita también salió con su domingo siete y pues había qué comprar croquetas para sus recién nacidos cachorritos (¿Los cachorros comen croquetas? Mmm, como sea). En fin, estoy vivo, consciente y puedo escribir y parpadear. Quería que lo supieran para que me tuvieran en cuenta en sus pensamientos y pidan por mi recuperación. De hecho, ya tengo que dejarlos porque los doctores otra vez vienen con las inyecciones para mi columna, espero que esta vez no alcance a ver la aguja por mi abdomen. ¡Saludos a todos!
Sí, está mucho mejor. Creo que lo de la perrita está muy exagerado, pero igual lo creerán supongo.
¡AAh, una notificación de FACE…!