lunes, 2 de agosto de 2010

Azar vs Amor

-Toma un respiro, tómalo profundamente. Cálmate, --él me dice-- si juegas, juega para subsistir. Toma un arma y cuenta hasta tres.

Mientras me habla, me escudriña con la mirada. Sus ojos se clavan en mi rostro tratando de penetrar en mi interior, intentando adivinar mis sentimientos. Yo no hago más que asentir a lo que él me dice, un poco atontada. Ahora ya no es igual que la noche que decidí venir aquí. Mi decisión era absoluta y mi postura inquebrantable. Estaba harta de que el azar jugara con mi vida y de que esta no tuviera ningún sentido. “Así que si de eso se trata –pensé—entonces dejaré en manos del maldito azar si sigo viviendo o no”. La verdad era que en mi interior yo no estaba tan segura de morir, pero tampoco tenía el valor suficiente para seguir viviendo, enfrentándome a lo que llaman “destino”… había quedado más que comprobado que yo no podía contra él, o que él estaba empeñado en hacerme la vida imposible. Entonces veremos qué opina ahora que le pongo mi vida en sus manos: si quiere matarme, adelante.

Ahora estoy sudando, moviéndome lentamente. Ya no hay tiempo para pensar… es mi turno.

-Di una oración para ti misma –me dice--; cierra los ojos, a veces ayuda.
Pero entonces, al cerrar mis ojos, surge un pensamiento aterrador: él está aquí en medio, él que nunca a perdido en este juego… la ruleta rusa nunca ha logrado vencerlo, o más bien dicho, él a vencido al azar tantas veces…

Entonces siento su mano en mi hombro en un gesto de condescendencia. Tal vez ha leído en mis ojos la razón por la que estoy aquí, dispuesta a jugarme el todo por el todo.

¿Y qué es esto que siento? ¿Por qué ahora tengo ganas de seguir viviendo, de disfrutar otra vez de un nuevo sentimiento? Tal vez sean sus ojos color miel, o su sonrisa delicada con la que expresa todo y a la vez nada específico. Pero lo que más me cautiva es su voz… su forma de hablar tan sencilla en apariencia pero con una profundidad de pensamientos admirable.

-Dilssie –me dice sobresaltándome-- ¿te pasa algo?
Solo había quedado unos instantes meditando, pero él debió advertir que algo me inquietaba con su mirada suspicaz.
-Nada en absoluto, solo que no es tan sencillo como me pareció al principio.
-Lo sé y te entiendo. Lo he intentado varias veces, como sabes, y nunca he perdido (puesto que te estoy hablando), pero siempre es como la primera vez. ¿Sabes? No te veo tan convencida y no creo que estés lista para esto, pero si estás decidida…
-Claro que estoy decidida –lo interrumpí con un ademán que traté que se viera enérgico--, lo pensé mucho antes de aventurarme a hacerlo. El azar me ha jugado muchas malas pasadas y mi vida ahora carece de sentido. Así que deposito mi vida en manos de él y que decida por mí… porque yo ya estoy cansada.
-Lo único que no me cuadra es que cómo una mujer tan bonita e inteligente como tú llegara a sentirse tan mal.
-¿Y cómo sabes que soy inteligente si no me conoces?
-Es lógico, lo noto en tu forma de hablar.
Me vuelve a dirigir una mirada algo extraña, como si ya conociera todo de mí.
-Pues no lo soy, y obviamente tampoco soy bonita.
-De acuerdo, no vamos a discutir una mera apreciación personal; para mí lo eres y punto.

No recuerdo haber conocido a un hombre como él. Cada vez me cautiva más, y por supuesto tiene toda la razón… ya no estoy segura de querer hacerlo.

-¿Sabes? Creo que…
Lo sé –me interrumpe poniéndose un dedo en los labios para indicarme que no lo dijera--, yo también lo siento.
-¿Pero cómo sabes lo que te iba a decir, y que es algo que estoy sintiendo?
-¿Crees que el estar aquí tanto tiempo, observando las reacciones de cientos de personas al enfrentarse a la muerte no me ha dejado enseñanzas para identificar los pensamientos de los que hablan conmigo?
-Tal vez, pero creo que ahora estás equivocado. Ni siquiera yo estoy del todo segura de lo que te iba a decir. Ya no sé si quiero decírtelo…
-Entonces yo lo diré: me agradas, eres muy linda, bonita, inteligente, agradable, sensible y… eres muy cariñosa.
-¿qué? –entonces sí me sorprendí. Es la primera vez que nos vemos en la vida y ¿conoce mi personalidad a tal punto que sabe que yo solía ser cariñosa?— eso solo lo dices al AZAR, ¿verdad? No hay forma de que sepas cómo soy.
-Creo haberte dicho ya la razón de que me dé cuenta de tu forma de ser. No lo digo al azar y además acerté, puesto que no lo has negado.

Lo peor de todo esto es que, obviamente, a mí también me ha flechado este hombre, y en este preciso instante tengo una razón de peso para seguir viviendo, y así se lo expresé a él, quien pensaba algo parecido. Él tiene la marca más alta de juegos sin perder, pero ha sido simplemente coincidencia. Ha jugado varias veces prácticamente por la misma razón que yo, porque no se sentía con el valor suficiente de seguir viviendo, técnicamente, ambos somos unos cobardes. Sin embargo, el azar había decidido jugarle varias malas pasadas, puesto que hasta ahora, la bala se había negado a dispararse.

Entonces surge una idea en mi interior, algo que me ilumina enteramente: realizaré lo que vine a hacer de todas formas, jugaré contra el azar una partida de vida o muerte. Pero algo más: si gano, me quedaré junto a él de ahora en adelante, pero si pierdo, tal vez así tenía que ser. Se lo comenté a él y aunque ví una mueca de inquietud y dolor en su rostro, al final asintió y estuvo de acuerdo con la apuesta. No solo apuesto mi vida, sino nuestro… ¿amor?

-Tú puedes ver mi corazón latir, puedes verlo a través de mi pecho –le digo--,
estoy aterrada pero no me marcharé. Sé que tengo que pasar esta prueba. Solo apretaré el gatillo, y que el azar decida el resto.
-Toma el arma pues, sostenla con firmeza y gira la "ruleta” cuando estés lista. Entonces sin pensarlo, solo dispara.

Cuando mi vida parpadea ante mis ojos, me pregunto si volveré a ver el amanecer de nuevo.
Así que muchos no tendrán la oportunidad de decir adiós, pero es demasiado tarde para pensar en eso.

Él extiende sus manos y palpa algo sobre el mostrador, como buscando a tientas, cosa que me extraña bastante… y al fin, sus dedos tropiezan con un revólver, el cual me entrega luego de haberle colocado el respectivo proyectil.

-¿Estás lista?
-Claro –le digo tomando el arma--, pero antes quiero que sepas algo: si salgo vencedora, estaré contigo, te daré mi corazón, puesto que para eso sobreviviré…
No me deja decir más. Me abraza, y me deposita un beso suave en los labios. Mi corazón quiere salirse del pecho, y mis manos están frías y temblando.

Al fin me pongo en la posición correcta y apunto directo a mi cabeza. Giro el barril y luego de un instante… jalo el gatillo… oigo un chasquido que aturde mis oídos pero… ¿sigo viva? El rostro radiante de él me responde a mi pregunta. El azar ha decidido que siga viviendo.

Sin embargo, él extiende la mano y me arrebata el arma, diciendo:
-Es mi turno.
-¿qué? --Salto en seguida-- ¿Estás loco? ¡Gané la apuesta, ahora podemos estar juntos…!
-Lo sé, pero no solo eres tú, yo también tengo pendiente una revancha con el Azar como tú lo llamas, y le apuesto lo mismo que tú: mi vida y mis sentimientos. Te prometo, Dilssie, que si no muero, seré tuyo y tú serás mía.

Yo no doy crédito a mis oídos ni a mis ojos, y con aquel estado de estupor que me embarga, quedo petrificada mientras veo como decidida e inexorablemente, lleva el cañón a su sien. Quiero detenerlo, pero la aplastante fuerza de sus palabras y su mirada me lo impiden. Solo logro articular algunas palabras:
-No… no quiero que tú estés viéndome… ¡no me mires mientras lo haces!

Y él dice mientras gira el tambor con una voz profunda y hueca:
-Soy ciego, no puedo verte…
Y dispara.

Su cuerpo se desploma hacia atrás, sin darme oportunidad de tomarlo en mis brazos. Los ojos sin visión que antes me parecieran tan hermosos, tan vivos, se han cerrado para siempre.

P.D.: Esta historia está enteramente basada e inspirada en la canción Russian Roulette de Rihanna, por si no lo habían notado¬¬

7 comentarios:

Jonathan R. dijo...

NO PUEDE SER!!!...que historia tan emocionanteeee, casi se me va el corazón cuando el hombre caía muerto, no había imágenes, pero lo tenia todo en mi mente. Que cosa mas increíble, pero que tipo tan estúpido. Dejarla en manos de el azar cuando ya la tenia segura, que quería probar, si ya el estaba catalogado como el hombre que jamas había perdido.
Grandiosa, pero triste e irónica, sencillamente perfecta.
No he visto el vídeo de rihanna ni quiero verlo, con esto me basta y me sobra.
Te admiro demasiado Pith, que gran historia, me atrapo por completo, XD

Khristi dijo...

:O Que manera de jugar con una canción...

De acuerdo, lo diré...... br.......bra....... osh!

BRAVO!!!

Danielov dijo...

Mi estimado, ha logrado en un solo día reivindicarse de un malogrado post a algo verdaderamente sublime, lo cual constata por qué es usted mi discípulo. :P

Enhorabuena. Saludos.

Eny dijo...

grr no me agrada rihana pero tu manera de contarla rifa :)

Anónimo dijo...

Pues no he escuchado la canción -cosa que haré en unos minutos-, pero definitivamente este escrito atrapa desde el primer momento.

Felicidades!

Alchemywen dijo...

Ok... lograste que me tragara mis palabras y mi falta de ortografía del comentario anterior, espera... gulp!

u-u Listo :)
Wow te luciste, yo ya había visto el video y escuchado la canción, pff... le diste un nuevo giro a la posible trama de uno de los videos mejor planeados, o bueno soy exagerada, pero se puede soñar, no?

En fin, nos vemos
Adiós

María dijo...

Opino lo mismo que Miss Panqué: No me gusta Rhianna, pero que manera tan interesante de inspirarse en una canción.

Gracias por comentar en mi blog, espero que en adelante sea de tu agrado. Seguiré pagando visitas al tuyo.

Saludos.