sábado, 24 de agosto de 2013
El amor como agujero negro
Deslizándose cae el telón de un nuevo acto que culmina,
Alargando más esta triste obra, que sé, aquí no termina.
Estelares van y vienen sin sentido concreto,
Numerosas escenas giran y estallan creando un grotesco cuento.
¿Alguien preparó un libreto? Nadie me dio un guión,
¡Vaya si es por eso que lo llaman... improvisación!
Intenso público que hace de juez: grita y aplaude,
Cantan, ríen, lloran, añoran; y nadie se siente cobarde.
Todo es fácil de juzgar ahí, desde su asiento;
O sin enfrentarse a la acción ¡qué fácil es estar contento!
Rencores, sentimientos, impulsos y temores;
Intenciones, emociones, enojos y dolores.
Ahí sentados todos, tantos espectadores
Rostros que miran y gritan, desde mis interiores.
¿Alguien capaz de improvisar con esa clase de público,
Mostrando sobriedad, o ser, con aplomo, el único?
Intenta no juzgarme por amarte, si no conociste mi audiencia;
Rascando en mi interior ¿quién conoce de prudencia?
Es que no hay a quién culpar de una situación como la nuestra,
Zozobra es lo que causa tan grotesca obra maestra.
Este es mi papel, y he de enfrentarlo con furor,
Solo estoy, ¿hay un doble de mí... que comparta mi dolor?
Pensando caer en las estrellas, apunté hacia la luna;
¿Acaso fui a pensar que con algo de fortuna,
Rozando alcanzaría a tocar siquiera una?
Zambulléndome en negrura, comprendí que habría alguna...
Antaño siendo estrella, convirtióse en agujero negro... ¡qué inoportuna!
Categoría:
poemas,
sentimentalismos
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