jueves, 8 de julio de 2010

Cómo perder la soltería en diez días: Día nueve.

Julio/ jueves 8
El novio

Este hombre es de lo más responsable que se puede encontrar en estos días en que los verdaderos hombres escasean. Por ello, Danielov hoy tiene que presentarse (como todos los días desde hace ya buen rato) a trabajar y quemarse las pestañas diseñando para gente que no tiene idea de lo que pide.

Sin embargo, entre todos aquellos montones de pedidos, el novio tiene que buscar un momento para escaparse y pelearse con el carpintero de su confianza, porque no está haciendo el trabajo tan rápido como Danielov quisiera, así esté matándose el pobre hombre por terminar los encargos.

Así y todo, surgen más contratiempos: Catherine quiere la alacena de un modo, y así fue encargada. Pero de pronto una bienintencionada y cariñosa madre de Danielov (¿una? ¿pues cuantas tiene?), le indica al carpintero que parta la pieza en dos de modo que se instale como esquinero. Entonces Danielov, tiene que impedir que la diligencia se ejecute, porque de ser así, Catherine enfurecería por no habérsele consultado y por hacer algo que ella no pidió, y por supuesto que el regañado y vapuleado será él. Pero más inconvenientes: ahora es imposible escaparse de su trabajo, porque está bajo la estrecha vigilancia del arguenudo patrón que tiene, que, como es arguenudo, no hace más que observar a sus empleados atentamente.

Por el momento no existe otra opción más que construir un muñecote de cartón, colocarlo justo en la posición en que suele estar Danielov, hacerlo mirar directamente en la dirección del monitor de su computadora con ademán de enfado, poner un montón de papeles a su lado derecho y acomodar la mano izquierda del mono sobre el escritorio sosteniendo un bolígrafo. Así, y solo así, podrá salir y evitar la catástrofe de que exista una desavenencia con Catherine a solo nueve días de la boda por motivo del mueble aquel.

Total, se solucione este detalle o no, quedan asuntos que arreglar por la noche inmediatamente después de liberarse del trabajo. Hay que ir al salón de fiestas nuevamente a verificar el acomodo de las mesas, tarea que no se pudo realizar el día de ayer ya que, en palabras de Danielov mismo, “[les] atendió un vato medio idiota que nomás se limitó a decir[les] cuántas mesas cabían de cada lado del salón, pero no [les] dijo dónde irían para ver cómo acomodaría[n] a la gente”.

Esas son las preocupaciones del día de hoy asignadas al novio, además de sus nervios propios que van en aumento.

La novia

Catherine se levantó como de costumbre muy de mañana, tan de mañana que el sol no había salido (o a lo mejor se levantó tarde, porque como está nublado, ¿quién le podía cuestionar que ya hacía rato de haber amanecido?), y todo porque los amabilísimos camaradas del registro civil decidieron que tenían que entregar más papeles de los que había llevado ayer, y que había de firmar Danielov también. Tal vez sí sean necesarios, pero como a mí el gobierno me cae gordo, por eso las expresiones de sarcasmo antes mencionadas (y no, no soy un terrorista o comunista, y mucho menos Lópezobradorista).

Luego, ella tendrá que ocuparse de escoger, presupuestar, adquirir y manipular los listones de adorno para las mesas de los invitados. Afortunadamente ahí no habrá mucho problema, porque como Danielov tiene su lado femenino (tómelo por el lado amable mi querido amigo), seguramente estarán de acuerdo en el color y diseño.

Por la tarde, la novia tiene planeada una escapada a la aldea de sus padres, que se encuentra a varios días de aquí (eso visto desde la perspectiva de una mosca, que vive solo 24 horas humanas; desde la nuestra, solo son unos 40 minutos de viaje), porque allá quedan demasiadas cosas de vital importancia para ella que tendrá que acarrear. Y es que podrá faltarle todo, pero nunca, jamás, los peluches que crecieron con ella (ah no, los peluches no crecen, la única que creció fue ella), porque se siente tan o más apegada a ellos que a Danielov. Y ya de paso quizás se traiga la ropa, cosméticos, instrumentos de tortura (cuando yo abro la bolsa de una mujer, solo veo esos instrumentos, entre ellos unas pincitas pequeñitas que se me figura que son para sacar los ojos, o para pellizcar muy fuerte el puente de la nariz y sacar verdades importantes), su cuchara (esa que las mujeres siempre tienen en la caja de los cosméticos, que creo que es para darle de comer a la niña de sus ojos, porque siempre se las ponen en los ojos cuando se arreglan), etc.

Se tiene planeado que ella regrese hasta pasado mañana, así que mañana tal vez solo escriba las actividades del novio si las hay, y el sábado de la misma manera.

8 comentarios:

Jonathan R. dijo...

De verdad que las mujeres son un caso, se apegan a las cosas mas inusuales del mundo, y se arreglan con tanta dedicación y vigorosidad, que usan objetos de la misma calaña, XD.
Espero que el asunto del mueble no llegue a explotar, y que danielov se consiga ese muñeco de cartón, porque sino, y te lo digo de experiencia propia, va a quedar traumatizado, y de por vida, XD.

Danielov dijo...

Como muchos sabrán, soy un artista del escape, que ya ni Houdini; pude salir indemne de esa situación... gracias a que se llegó la hora de comer y pude irme sin mayores problemas.

Al rato, a ver qué pasa con los vatos medio idiotas del salón. Soy muy capaz de agarrarlos a zapes si salen con la misma. Mujú.

maldito desgraciado dijo...

osea que la mamá de danielov anda de entrometida? (sin ofender)
y catherine no será saboteada en la ardua tarea de escoger listones??
xD

Mystique dijo...

Vaya enemigo, extrañaré en estos días La historia de nadie
pero suena bastante interesante esto de la boda de Danielov =)

Anónimo dijo...

Acabo de aprender un nuevo uso para esas pincitas!!.. y espero que eso de que abres la bolsa de una mujer sea previo consentimiento de la dueña de dicha bolsa U_U

Elly dijo...

Realmente, parece duro y es cierto que cada paso que das parece inutil pues al siguiente día te encuentras con algo mucho peor más lo de ayer, porque como se olvidaron de comentarte algo o se les olvidó entregarte algo... o bueno, eso, te toca rehacerlo.

De mi parte: que saquen algo positivo. Por las noches, seguro que duermen mejor!! n_n

Un saludo!!

ADRI dijo...

OTROS CINCO AÑOS!!!

Muy interesante estas crònicas...

saludines!!!

Quién dijo...

Estoy en contra del matrimonio, pero esto es taaaaan divertido!