martes, 27 de julio de 2010

Cómo perder la soltería en diez días: Detrás de cámaras

Todos sabemos lo difícil que resulta para una pareja de futuros esposos el dormir plácidamente la noche anterior al día más importante de su vida. Pero me supongo que es mucho más complicado conciliar el sueño cuando se intenta sobre un sillón o sofá de la sala de sus respectivas casas. Este fue el caso de Danielov y Catherine, puesto que ambos tenían huéspedes en sus hogares, que incluía la familia que venía de otras partes de la república a presenciar su boda. Por tanto, los pobres novios pasaron la noche en un mueble de madera y sin cojines –en el caso de Catherine--, y relativamente acomodado en un mueble de sala (que ni siquiera era el más grande, sino el que es para una sola persona) –en el caso de Danielov--.

Pero no fueron a ¿acostarse? temprano, sino que ya superaba la media noche cuando pudieron “relajarse en sus cómodos aposentos”. Si ustedes pudieran haberlos visto aquella noche, no lo creerían si los comparáramos con la fotografía que está como cabecera de este blog. Yo estuve con ellos en esos momentos y solo les puedo dar una idea de lo cansados y perdidos que estaban: Danielov –quien se distingue por ser maniático de la ortografía y ser obsesivo-compulsivo—quería escribir en una lista de invitados “Rodríguez” sin asento. Incluso llegó a argumentar que aunque todos los apellidos que terminan con Z y es grave la sílaba tónica son acentuados, en este caso era la excepción. Por eso, al ver la gravedad del asunto, les insté a que se fueran a descansar de una vez por todas.

Como ya comenté en el post anterior, lo primero que realizaron al día siguiente fue ir a tomarse las fotos para su álbum, y que al principio asistieron al parque Tres Centurias. Pues bien, para algunas de ellas, a Catherine la hicieron ponerse de rodillas sobre el césped del jardín, supuestamente para que se viera más linda la imagen. ¿se imaginan a una novia con todo y su armatoste (me refiero a sus vestiduras) puesta de rodillas en un jardín? Y sucedió lo inevitable: la crinolina que llevaba debajo le lastimó las rodillas. Pero ella seguía feliz.

Entonces tocó el turno de ir a donde se conocieron, que como dije antes fue en un centro comercial, y más específicamente en el Cinépolis que se encuentra en el complejo Chedraui. Ya se imaginarán lo extraño que resulta observar una pareja de novios en todo su esplendor sacándose fotos en lugares tan públicos como estos. Fue tanto el asombro de la gente que una señora que pasaba por ahí se dedicó a tomarles fotografías con su celular. Otra más, intrigada, se acercó a preguntarles directamente si es que eran novios de verdad o si eran de alguna cámara escondida. Por supuesto, todo ello tenía muy divertida a nuestra pareja protagonista.

Pero aún hay más. Luego de terminar su sesión de fotos, se encaminaron a una zapatería que Catherine solía visitar; solo que ahora lo haría vestida diferente y en circunstancias totalmente inusuales. Esto para comprar unos zapatos de piso para ella, debido a que los tacones que traía en ese momento le serían muy incómodos a la hora de empezar el baile en el banquete. Ahí también predominó el asombro de los que los observaban, incluída claro, la encargada del lugar. Además de que fue un lío encontrar el pie de Catherine entre tanta tela del vestido para probarse el zapato.

Al subir al coche luego de aquello, percibieron algunos sonidos extraños en el ambiente que los sobresaltaron. Eran como rugidos… como gruñidos… ¡pues claro! Ya hacía hambre, pues habían desayunado muy temprano. Así que como todavía quedaba algún tiempo libre antes de la ceremonia religiosa, decidieron los tres –Danielov, Catherine y su chofer—ir directamente a Carl's Jr. por una deliciosa hamburguesa rica en proteínas, grasas, sales y carbohidratos (sí, carbohidratos, ¿no saben que la catsup lleva azúcares? Además, ¿con qué se iban a pasar el alimento si no con un refresquito? Eso aunado al bollo de la hamburguesa en sí...). Bueno, el caso es que las excentricidades de estos novios seguían siendo evidentes.

Luego que engulleron su reconfortante alimento, no quedó más que ir directamente al lugar donde iniciaría el evento. Pero al llegar, se encontraron con la sorpresa de que todavía no estaba presente el presidente de la ceremonia, no había invitados, no estaban las damas de compañía, etc etc etc. Y como que el que los novios estén esperando a toda esa gente no es de muy buen gusto, entonces se fueron a dar otra vuelta por ahí, para luego regresar y entonces sí presentarse a todos.

Ya para entrar al aula, Catherine notó que la dama a la que le había encargado algunas cosas personales, y entre ellas los votos matrimoniales escritos en un papelito para evitar la amnesia, aún no llegaba al lugar. Entonces los nervios se retensaron, y Danielov se estresó, o se estremeció… o las dos cosas:
¿Ya ves? Por eso yo no le encargo a nadie ese tipo de cosas, porque eso de andar confiando en otra persona tus cosas personales no deja nada bueno, luego te quedan mal…
Empezó Danielov a decir. Pero inmediatamente Catherine replicó:
Si me vas a regañar ahora justo que estamos a punto de casarnos, entonces aquí termina todo…
Eso solo fue para darle un toque interesante al momento.

Afortunadamente el matrimonio de estos dos muchachos quedó intacto, gracias a que la encargada de los objetos de Catherine llegó diez minutos después.

Estando ya a media conferencia, enfrente de todos los concurrentes y con la mirada de todos estos sobre ella, Catherine alcanzó a atisbar un pequeño gran problema: una hormiguita trepaba ágil por las faldas de su vestido con quién sabe qué nefastas intenciones. El problema es que no podía hacer movimientos bruscos lógicamente, pero ¿qué hacer entonces? Nuevamente la picardía y la sagacidad de Danielov fueron factor al decidirse a tirar un sólido garnuchazo a la hormiguita, quien salió despedida lejos de ahí (al llegar a mi casa aquella noche encontré una hormiga aplastada contra el cristal de mis gafas… qué extraño, ¿no creen?). Pero al ver que su amiga quedaba fuera de combate, entró la mosca al rescate; misma que estuvo molestando por otro rato más.

* * * * *

Para fortuna de los novios –y para desgracia nuestra--, ya no sucedió nada fuera de lo común por el resto de la tarde y noche, además de que a Catherine no le tocó ni un pedacito de pastel ni una cucharadita de helado en su propia recepción. Solo me queda relatarles que al regresar por fin del banquete y entrar a su casa como esposos por fin, luego de arreglar un poco su casa, los novios se dispusieron a irse a dormir. Sin embargo, tuvieron qué abrir uno de los regalos que contenía almohadas, porque de no ser por eso, no hubieran tenido donde recostar la cabeza aquella noche.

* * * * *

Al siguiente día, Danielov amaneció un poco más romántico que de costumbre; así que le dirigió a Catherine estas célebres palabras del afamado comediante, escritor y actor Chespirito:
¿No es verdad ángel de amor
Que en esta apartada orilla
Se antoja una quesadilla
Con sesos y coliflor?
¿Dije romántico? Será más bien hambriento. Y el problema era que no había qué desayunar; tan solo tenían a su disposición otro de los regalos del día anterior: una caja repleta de Bubulubus. Así que como marido y mujer, se sentaron sobre dos cajas de ropa empacada y tomando los Bubulubus, dieron gracias a Dios por el pan nuestro de cada día. Y entonces sí, comenzaron a repartírselo (el alimento).

8 comentarios:

Pith Zahot, El enemigo público dijo...

Aunque no lo crean, todo esto es verídico.

Por cierto, para los que se quedaron con la duda, su luna de miel fue en Puerto Vallarta durante 4 días y tres noches, pero yo iba a relatar los días anteriores a su boda y la boda en sí, por eso ya no escribí nada de eso.

Aquí termina estas crónicas y este blog continúa con su programación normal.

Khristi dijo...

Nada más les faltó la "siestecita" después de las compras, la hamburguesa y la vuelta en el auto...

Pero que agresivos con la pobre hormiguita, si ella solo pretendía ser un testigo más de aquel importante evento :(

Anónimo dijo...

Siempre he imaginado lo divertido que sería hacer un recorrido como el de los novios antes de llegar a la misa ajajaja y por otra parte nunca he tenido la oportunidad de ver algo asi.

Quizás algún dia!

Jonathan R. dijo...

De verdad que en estos eventos la comedia nunca esta por fuera, ese paseito de los novios, jajajaja, que inusual, y la gente como siempre de metiche, tenían que saber que era lo que pasaba.
Ah, y las hamburguesas fueron el toque final para el paseo tan variado que tenían.
jajajajaja, estuvo divertidísimo el extra, de verdad que nunca halle una boda tan divertida e interesante como esta.
Nuevamente felicidades a los novios, y gracias mi estimado Pith por esta maravillosa crónica.

Diana Vzqz dijo...

awwww
primeramente perdon por perderme toda la serie
aun que solo llegue al detras de camaras
pero en verdad wow!
yo tambien me qedaria alucinada si viera a unos novios caminando por ahi como si nada
jijiji
como simepre impecable
ya me voy
-DwK-

Alchemywen dijo...

En verdad una semana sin estar en internet me da mucho trabajo del que usualmente tengo, jajaja, pero en fin, sorry por comentar tan tarde.

Enemigo... la excentricidad es lo que perdura, o más bien lo que le dá el toque especial a las cosa :P

Linda historia, felicidades y amm... sin mas que decir.

chauu ^^

Novak dijo...

Yo sigo preocupado por lo de la hormiguita, no sé si podré conciliar el sueño :S

Hubieras dicho que no se casaron por esa discusión aunque al final dijeras que fue una broma tuya.

♥†•••ЩθИ§д•••†♥ dijo...

jajajajaja zta weniiziimO el detraz d kamaraz


ke chiida zta tu phOtO tOdO un iirOn man jajajaja

zuerte kOn tu blOg zperO ke lO lean ok?? gente

iia zabez n mii facebOOk ziiempre t rekOmiiendO

zaludOz

aiiOz