lunes, 27 de septiembre de 2010

La razón habla por mí. Parte II

Me había ausentado por algunas horas de mi hogar, pero ahora venía por fin de regreso. Algo me decía que no debía estar demasiado tiempo fuera de él, ya que pudiera necesitárseme para una u otra cosa.

Al fin llegué, pero encontré la puerta de la entrada semicerrada. Entonces, me asaltó un escalofrío que me recorrió entero. No fue un presentimiento, más bien algo como una deducción. El lugar era lúgubre e inquietante. Reinaba un absoluto silencio en todas las habitaciones, o al menos, no me llegaba ningún sonido claro.

Entonces lo vi: al entrar en la habitación principal me apareció el cuadro más espantoso imaginable. En el suelo, atado de pies y manos se encontraba él, salpicado de sangre en el rostro, con pequeñas gotas secas que le daban una imagen aún más aterradora. Pero no estaba desmayado ni dormido, sino que se encontraba bañado en un mar de lágrimas y ahogado por un nudo de sollozos.

-¿Pero qué rayos te sucedió? –Le pregunté inclinándome sobre él-- ¿Quién te ha hecho esto?
Él no podía responderme. El llanto se lo impedía por completo, este que de hecho se había intensificado nada más verme entrar a la alcoba. Yo traté de tranquilizarlo poco a poco, mientras lo desataba con mucho cuidado tratando de no lastimarlo más, pues las cuerdas se le habían undido en su piel, rasgándola incluso en algunas partes. Lo levanté y lo coloqué suavemente en la cama, mientras él se iba sosegando, hasta el grado de poder hablarme.
-Lo siento… perdóname por favor…
-¿Perdonarte yo? ¿De qué he de perdonarte? Mira cómo estás corazón. ¿Dime quién te hizo semejante atrocidad!
-Fue mi culpa… yo me dejé engañar y la dejé entrar a la casa. Es que se veía tan linda, tan bonita que… no pude negarle entrar cuando me lo pidió. Su voz era dulce y decía que venía a hacerme compañía. El perfume que emanaba de ella era embriagador, y al final me convenció.
-¿Pero por qué te hizo esto? ¿Qué fue lo que pasó?
-No lo sé en realidad… cuando entró me trató bien por un rato, pero luego pareció enloquecer, y comenzó a gritarme y luego a burlarse de mí. Entonces e quedó callada y parecía que estaba tramando algo. Yo más bien creía que estaba recapacitando, y más lo creí porque cuando volvió a hablar otra vez lo hacía tranquilamente y de manera persuasiva. Me dijo que cerrara los ojos y que me pusiera de espaldas a ella. Entonces fue cuando me ató de pies y manos, y me dejó recargado en la pared. Yo pensé que estaba jugando, pero cuando abrí los ojos vi que tomaba un plumón y comenzaba a pintarme la cara… ¡como a un payaso! Luego se empezó a burlar de mí con descaro, y me decía que era un tonto, que era muy fácil engañarme. Entonces me tiró al suelo y me dijo que ahí me quedaría hasta que tú volvieras, si es que no tardabas demasiado y… volvió a carcajearse en mi cara. Por fin, tomó sus cosas y se disponía a salir, pero antes, me dio dos cachetadas… y todavía, me dio un beso en la megilla, para que su esencia se quedara impregnada en mí, para seguir haciéndome sufrir aun cuando no estuviera aquí… ¡todavía puedo olerla…!

“Qué clase de persona hace estas cosas, qué cobarde, qué infamia…” Mientras pensaba en esto, al girarme a mi derecha alcancé a ver un montón de sueños en un rincón, y al acercarme un poco más, vi que estaban hechos pedazos.
-¿Y esto? ¿Ella lo hizo mientras estabas amarrado?
Otra vez rompió en llanto, impidiéndole contestarme en un buen rato. Cuando volvió a dominarlo un poco, me dijo:
-No… no fue ella…
-¿Entonces?
-Ella me… me obligó a que yo lo hiciera, antes de atarme las manos, aunque ya me había atado los pies para que no huyera.
-¿Pero cómo te obligó? ¡Podías haberte negado!
-Sí… pero ella empuñaba el látigo de su desprecio. Más me valía hacerle caso. Además, me puso de rodillas ante ella mientras lo hacía, para...
-...para ¿humillarte?
-...¡sí...!
-¡Pero por qué lo permitiste! Está visto que no puedo dejarte solo un momento… sabía que no debía salir y dejarte aquí. ¡Pero esto no es justo! Definitivamente no había razón para que ella actuara así contigo. Pero te prometo corazón, que no volveré a dejarte solo por ninguna circunstancia. Te mantendré conmigo, y estarás a salvo. Si es necesario te haré dormir un largo letargo, no importa que se forme hielo en tu interior. Porque con ese hielo y con mi coraje, vengaré el daño que te han hecho… juro que lo haré…

Entonces no pude más… y abrazándolo, rompimos a llorar amargamente.

11 comentarios:

Khristi dijo...

Uuiiiii... pobrecito corazón. Pero terco que es, si ya sabe lo que ocurre siempre que se confía y cree haber encontrado a una persona sincera... termina mal, muy mal.

***FLOR*** dijo...

AH QUE COSAS NO.. COMO DISE MI MAMY NO DEJES ENTRAR A DESCONOSIDOS Y ESQ AHORA YA NO SE PUEDE CONFIAR NI DE TU PROPIA SOMBRA IJOLE HASTA SE ME SALIERON LAS LAGRIMAS

Danielov dijo...

Además de Camila y Calimba, se suma Alejandro Fernández a la lista de "Intérpretes a los que me Recuerdan estos Textos".

"Ay corazón, por qué te vas. Quiero sentir de nuevo tu calor entre mis brazos". O la de "Canta corazón, que el amor de mis amores ya está aquí"...

Jajaja, lo siento, pero ya ve: mis referencias culturales son pocas y malas. Ni modos. De rato.

Elly dijo...

Pobre corazón. Supongo que igual de ingenuo que el mío. Pero quizás es que es demasiado blando y realmente es un tonto confiado y por eso todo el mundo le toma el pelo. A lo mejor, la solución como bien dices, es volverlo de hielo, aunque perdamos la esencia de amar.

Sería algo muy triste que alguien se quedase sin su corazón, pero no sé hasta que punto, sería más triste que tener un corazón helado.

Precisa entrada. Me hizo querer amar a un montón de gente.

Un saludo!!

María dijo...

En tus historias, es el corazón.
En las mías, es el alma.

Letiitaa dijo...

Al corazón nunca debemos dejarlo solo. Siempre habrá alguien que llegue y lo obligue a hacer pedazos los sueños, tal como lo compartes. Pero, ¡ánimo! el amor siempre llegará aunque congelemos al corazón, porque al final, el cerebro nos hace enamorarnos de nuevo... =/ Cosas que pasan.
¿Tienes twitter? ¡Un abrazo!

Anónimo dijo...

Y sin darte cuenta lo volverás a dejar solo, volverá a confiar, se descongelará al sentir el nuevo primer contacto y volverá a enloquecerse y dejará de hacerte caso, así que mejor ármate de paciencia y mantén los ojos abiertos.

Saludos!

Letiitaa dijo...

¡Pues deberías tener! (twttr) jejejeje :)
Sí, pásame tu mail. :) gtalk o msn? Bueno... ¡ahí me escribes!

Alchemywen dijo...

Holas
Pff... tal vez sea aguafiestas o insensible pero en estos momentos no ando para cosas tristes o del corazón, ya tuve muchas decepciones y dile a tu corazón que se cuide, en una de esas le da un infarto de desamor más fuerte que el de orita, cuídalo, sólo es uno y la razón no es su única niñera.

Atte.
G. Alchemist

Jessica Sosa Echagaray dijo...

HOOOLA....
CON QUE AGUASCALIENTES, EH?

la MaLquEridA dijo...

Achis! ¿porqué no había venido antes?... mmm veré que pasó.

snif! pobre corazón de alguna u otra manera siempre sale lastimada.


Saludos.

¿Te pones triste con mis escritos?, quizá cuando lees mi post estás triste o reflexivo.

Perdón.