El 13 de mayo del presente año, sucedió un suceso que, en lo sucesivo, no estaba contemplado y que, por supuesto, no deja de ser sobresaliente.
Hallábame caminando por los intrincados callejones de nuestra, aunque fea, querida ciudad, cuando de repente escurrió una idea por mi cabeza abriéndose paso entre mis tormentosos pensamientos. Dicha idea fue intensificándose, hasta que, convirtiéndose en una necesidad imperiosa, tuve que ponerlo en práctica.
Así pues, me detuve al frente de un ostentoso portón de lo que supuse, era una lujosa casa, cuyos dueños debían estar atiborrados (o coloquialmente, “forrados”) de dinero. Misma razón por la cuál mi sentimiento fue más fuerte, decidiéndome así a realizar mi proyecto. Inmediatamente me puse en movimiento, y colocando mi cuerpo en posición erecta, procedí a pararme sobre las puntas de mis pies, y estirando, asimismo, mi mano derecha para lograr mi propósito, presioné el botón que, mediante un mecanismo eléctrico, produjo un sonido muy peculiar que indicaba a los amos de dicha casa que había una persona en las afueras de ésta y que tendrían que abrir la puerta.
Exactamente luego de haber logrado mi cometido, procedí a imprimir velocidad a mis movimientos, y, mediante el impulso de mis extremidades inferiores, alternándolas una después de la otra, me fui corriendo.
Definitivamente esto no fue del agrado de la señora que atendió a la puerta, y el lector lo entenderá cuando le relate lo siguiente: Al asomar ella su mirada, notó que la persona que había hecho sonar el timbre ya no estaba ahí, por lo cual procedió a asomarse por completo a la calle y, con dicho proceder, pudo descubrir mi paradero, luego de lo cual concluyó que yo había sido el culpable de haber interrumpido sus quehaceres y que, además, era por nada de importancia.
¡Imagínese, oh caro lector, su indignación! Emprendió una gran gritería, impeliendo numerosas expresiones peyorativas alusivas a su servidor, y la familia de éste.
Claro, era lógico que al ver el enrojecimiento de su rostro y escuchar los sonidos que brotaban abruptamente de su boca y que llegaban en ondas a mis oídos, cojiera mucho más miedo, e imprimiera mayor velocidad a mi andar, aunque nunca descubrí cómo lo logré.
Sin embargo, todavía ocurriría otra cosa: Al percibir toda aquella escandalería, procedí a inclinar levemente mi cabeza hacia mi lado izquierdo, favoreciendo la acústica y logrando así que las ondas del sonido producido por las cuerdas bucales de la señora llegaran más claramente a mis órganos auditivos. Debido a lo anterior, gran parte de mi atención que antes estaba concentrada en el camino que recorría a grandes velocidades, se vió atraída y distraída de su tarea primordial.
Entonces, unos metros más adelante, sucedió lo inevitable: Un poste de "material" (well, whatever that means) se interpuso entre el camino y yo. Ocurrióme entonces lo más desagradable que puede sucederle a un mortal como yo: la coalición fue brutal, devastadora.
Luego del cruel impacto, mi cuerpo se desplomó víctima de la ley de la gravedad, quedando de bruces en el suelo caliente de la acera. El sentido escapó, huyó despavorido de mi cabeza, y por consiguiente, de mi cuerpo entero. Entonces, no supe más de él.
¿Qué me sucedió? ¿Cómo es que ahora lo relato? Son preguntas que no contestaré específicamente, solo puedo decir que el título de la entrada es demasiado gráfico.
Continuará...
8 comentarios:
¡Qué malo!
Me dejaste con dudas jajaja, en fin... debió doler lo del poste jaja, pero waa me gustó la narración... muy descriptivo.
Waaa! espero con ansias la continuación, jaja en fin... me voy
Te quiero
Chau ^^
Por consiguiente, mi pupilo prodigio, ¿traspuso usted la barreras allende la conciencia humana? ¿Intodújose en los intrincados callejones del limbo mental causado por un contundente traumatismo?
...chales, empezamos a sonar como Big Words, aquel personaje infantil de la Newsboy Legion, creado por Jack Kirby como apoyo para Guardian, superhéroe urbano Captain America-alike de tiempos de la 2a Guerra Mundial, vigilante de Metrópolis incluso antes que Superman...
Tsss, ahora yo soy el que sonó como los ñoñazos de Big Bang Theory (otra vez).
Ya, mejor me voy antes que la cosa empeore. Espero con ansia lo que sucederá.
wow siempre me a gustado la manera en que te expresas como lo describes hasta me parecio haberte escuchado ya sabes como me gusta tu voz y los matices que le das al expresarte sigue asi kiero seguir leyendo lo que escribes eeh
se te kiere muchooo
ahh !!! ke karay !!
no pues si esta denzo el asunto...
como ke no me gustaria ke me sucediera, evidentemente es una muerte estúpida,
me hubiera gustado ke se hubiera ido corriendo y ke un auto lo hubiera hecho papilla, mientras la "doña" se daba cuenta de lo ke pasaba y las tripas y los sesos volaban por las paredes de las casas cercanas y kedaba el cuerpo inmóvil e inerte en el pabimento cual tortilla aplastada en el comal...
pero bueno, al fin su historia, no la mía, pero si me hizo reir un buen jejejejej
nos vemos pronto brother
ya sabe ke se le kiere.
P.D. ahi dispensenmennnn las faltas di ortografía pero ps la noche es larga y mi día tuvo pesado
atte ile
me pregunto y a veces dudo de tu cegera .-.
viste la casa?
como supiste ( y esto al ver el verbo ver) qe era ostentosa?
.-.
no lo se no lo se
pero buenoo qe te dire
me dejaste con intriga
por qe ya no te pasa por mi blog?
U_u no eh puesto entrada por qe espero a que tu comentes
pasatee sii?
Pues que maricukis... como que te pusites a correr??? Así, semejante desenlace era de esperarse, osea oooobvio no???
Efectivamente es una muerte "estúpida", pero debo admitir que es graciosa.
Coño, valdrá la pena esperar la segunda parte ya que estuvo muy interesante la primera.
Muchos dirán que es cosa de niños pero tocar el timbre para luego correr es una de las cosas mas simples del mundo pero que generan tanta adrenalina que nunca pasa de moda dicha actividad inmadura.
Esperamos la parte 2 =)
Buena tu narración eh, en verdad es muy buena.
si la señora en cuestion evoco tanta euforia en los coloquialismos, tal vez ya sea una "clienta frecuente"... y muy deshinibida... jajaja que chido =)
y ademas... eso se llama karma... jeje
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