viernes, 12 de marzo de 2010

EL "DESPERTAR" DE UNA NOCHE DE VERANO II

¿Recuerdan a nuestros amigos Diego, Rodrigo, Mauro y Paula? ¿Y el dilema en el que se encontró Diego al escuchar la confesión de Mauro? Aquí la novela continúa, pero no con lo que se decidió a hacer por fin Diego, si no más bien, la historia se abre y muestra otros sucesos.

Recordarán que Paula no estaba interesada en Mauro más que con una bonita amistad, debido a que sentía atracción hacia Rodrigo, que, inclusive, ya se lo había confesado tiempo atrás. Lo único que sabemos al respecto, es que Rodrigo no había correspondido a esta declaración, pero lo que no sabemos es cómo Paula le dio a conocer lo que sentía a Rodrigo. Tampoco sabemos qué sucede en la vida amorosa de Rodrigo, y otros detalles relevantes.

Aunque suene muy gastado, el amor de Paula se remonta a muchos años atrás, aproximadamente unos 10 años. Sí, 10 años.

La primera vez que lo vio fue en una obra de teatro en la que Rodrigo participó, y a la que Paula fue invitada –no por él, obviamente, porque no se conocían por ese entonces--. Al verlo en el escenario, a Paula le pareció atractivo a primera vista; le agradó su porte, su expresión, y hasta sus ademanes, aunque no lo pudo ver muy de cerca. Pero en eso quedó todo.

Sin embargo, un breve tiempo después, la mejor amiga de Paula (a quien llamaremos Rocío) le prometió presentarla con un muchacho que, según decía ella, era muy atrayente y agradable de tratar. Paula accedió, y prometieron verse en un evento donde Rocío se lo iba a presentar.

Se llegó el día y las dos amigas se encontraron. Rocío condujo a Paula a aquel muchacho y, cuál sería la sorpresa de Paula al ver que era efectivamente el mismo joven al que había visto en la obra de teatro que tanto le había encantado. Ahí comenzó el desarrollo de los sentimientos de Paula por él. No se trataban mucho, ni tampoco se veían muy a menudo; pero cada que Paula lo veía, su corazón saltaba de emoción y nerviosismo al mismo tiempo.

El tiempo pasó y fueron pocas las oportunidades que se presentaban para estar con él; aún así, Paula no podía evitar que creciera poco a poco su atracción por Rodrigo.

Por cierto, debido a que Paula era muy reservada, nunca quiso platicar con nadie aquellos sentimientos, ni siquiera con su íntima amiga. Por lo tanto, como suele suceder en este tipo de enredos amorosos, su amiga comenzó a cortejar a Rodrigo, y, más aún, a salir con él. Paula se sentía dolida, pero no con su amiga, si no consigo misma al ver que le era indiferente a Rodrigo y también al ver su poca o nula capacidad para acercarse o llamar su atención. Así que finalmente, decidió dejarlo por la paz, y verlo simplemente como un amor platónico, como los que hay muchos.

Siguió transcurriendo el tiempo, sin que por eso disminuyera el amor de Paula, y más todavía debido a que el papá de Paula y de Rodrigo eran conocidos y a menudo tenían asuntos qué atender con motivo de su trabajo.

Para esto, Paula nunca había tenido noticias de que a Rodrigo le interesara alguna persona en especial, y mucho menos había escuchado de que hubiera iniciado alguna relación. Sin embargo, empezaron a correr los rumores de que él tenía tratos cada vez más frecuentes con una muchachita conocida suya, y que incluso, sus papás –de la muchacha y de Rodrigo—eran íntimos amigos. Como era de suponerse, estas no fueron noticias alentadoras.

Poco a poco los rumores fueron creciendo hasta que se hizo oficial la noticia: Rodrigo tenía novia. Por supuesto el ánimo de Paula se ensombreció bastante por varios días. Diego –quien todo el tiempo había estado al tanto de todo esto, incluidos los pensamientos de Paula—trató de animarla, y esto porque según él, la relación de Rodrigo con su novia no parecía ser muy sólida. Pero lo que más le reprochaba Diego a Paula era que, si era de tal magnitud su cariño por Rodrigo, cómo era que nunca le había dejado ver un poco de su interés, o siquiera hubiera tratado de conocerlo e inducirlo a conocerla a ella por consecuencia.
A su vez, Paula argumentaba que no se sentía con los medios suficientes como para llamar la atención de él, que era tan popular. Ella solo se limitaba a saludarlo cuando él se acercaba y tenía ese detalle con ella, pero hasta ahí.

El problema aquí queridos lectores y novelófilos, fue cuando Paula tuvo la certeza de quién era la novia de Rodrigo. Solamente tuvo la oportunidad de conocerla en una ocasión en la que salieron a pasear junto con otros amigos –antes de que fueran novios ella y Rodrigo—y desde entonces le había parecido completamente desagradable. En personalidad, en físico y hasta en comportamiento. ¿Se dan una idea de la reacción de Paula al enterarse que precisamente ella era la famosa noviecita de Rodrigo? Por supuesto, aunque la misma Paula no se consideraba apta para acercarse a él, muchísimo menos lo era ella, ¡y peor! Para ser su novia.

Pero el tiempo siguió pasando y la parejita parecía cada vez más unida y enamorada, así que poco a poco Paula iría persuadiéndose de hacer algo completamente fuera de lo convencional en ella, fuera de lo ordinario.

Con los ánimos de Diego y de otra amiga de Paula, comenzó a redactar una carta para Rodrigo. En principio ella tenía bien en mente que no se la entregaría, que solo era como desahogo personal. Pero luego fue variando de opinión: Comenzó a pensar en dársela como anónima, así él se enteraría de que alguien lo amaba en secreto, pero no se percataría de quién era. Luego meditó en la posibilidad de rebelar su identidad de forma sutil; para que si él era lo suficientemente inteligente como para descubrirla, bien, si no, mejor sería.

En efecto, preparó la carta --que por cierto era extensa, puesto que plasmaba muchos de los recuerdos de ella-- pero con el remitente anónimo. Sin embargo, de último momento, Diego y otra amiga de Paula terminaron por convencerla para que indicara su identidad, al fin y al cabo, no tenía nada que perder. Para sorpresa de todos, incluida ella misma, lo hizo.

El plan era entregársela de forma indirecta, es decir, por un intermediario. Y a falta de alguien más adecuado, eligieron a un niño al azar.
La carta llegó a su destinatario y fue leída por el mismo. Algún tiempo después… la contestación de Rodrigo llegó.

Antes de saber exactamente lo que Rodrigo respondió –aunque en esencia ya lo conocemos—hace falta aclarar que Paula no pretendía que Rodrigo dejara a su novia, es decir, no era una carta agresiva con el fin de llamar desesperadamente la atención de él y que cambiara de parecer con respecto a su elección de pareja. Más bien, solo era con el propósito de hacer del conocimiento de Rodrigo lo que Paula sentía, pero con mucho respeto; esto tenía el fin de que Paula se desahogara y, tal vez, la ayudara a superar aquel enamoramiento.

Pues bien, Rodrigo dejó claro que él estaba muy adherido a su novia, y que probablemente lo estaría en el futuro. Pero también indicó que le había sorprendido la forma tan delicada y sentida de expresárselo de parte de Paula, y que apreciaba y agradecía ese cariño. Porque, de hecho, Rodrigo tenía la equivocada idea de que a Paula no le agradaba, porque siempre se mostraba reservada o distante con él. Pero ahora entendía todo.

En fin, Paula quedó conforme, aunque triste, y, efectivamente, le sirvió de mucho el externarlo directamente con él.

Pero esto no fue todo. Un breve tiempo después, Diego y Paula se enteraron de algo que los sorprendió mucho: Rodrigo y su novia habían terminado su relación. Al principio no eran problemas propios de la pareja, sino externos. Pero más adelante corrieron otros rumores. Aparentemente, uno de los amigos de Rodrigo tenía interés por su exnovia, y además, ella no le era tan indiferente.

En una ocasión posterior, Rodrigo y Paula se encontraron casualmente en un lugar público. Él se acercó a saludarla, y Paula se portó con un porte y tranquilidad envidiables. Se saludaron, cambiaron frases de cortesía habituales, pero... Diego --quien también estuvo presente-- notó algo bastante extraño en Rodrigo. Platicaron unos minutos y finalmente se despidieron.

En la mente de Diego empezaron a revolverse muchos pensamientos encontrados y confusos. Pero una de las preguntas que más resonaron en su cabeza fue:
“¿Y Mauro?”

5 comentarios:

ADRI dijo...

ah, el amor!!! a veces tan confuso que nos provoca dolores de cabeza.

saludos!!!

Anónimo dijo...

Oh por Dios !!!
el amor, el amor, aveces tan complicado y aveces tan simple, lo que Paula necesitaba era creer en sí misma,por un lado.
por otro lado, hay hombres tan estúpidos que se niegan al amor verdadero aunque sepan que esta frente a ellos.
El amor cuando no existe duele, y es por eso que debemos estar muy atentos para poder identificar si lo que sentimos por una persona es amor, cariño, capricho, obsecion, o simplemente atraccion , pues en la mayoría de las veces, todo comienza con atracción pero puede convertirse en obsesión, en fin , como siempre comienzo hablando de una cosa y termino con otra
jeje
seguire leyendo esta bloguinovela para ver en que termina, es como mujer, casos de la vida real, pero esta chida
saludos deivid!!1
atte: ile

Anónimo dijo...

HOLA MI HERMANO DEL ALMA PUES EME AQUI DE NUEVO EN SU BLOG SIEMPRE LLENO DE SORPRESAS,SUSPENSO,DRAMA Y SIEMPRE CON HISTORIAS INTERESANTES Y DE UN EXELENTE BUEN GUSTO
ENTRANDO AL TEMA DE LA HISTORIA DE ESTA OCACIO O MEJOR DICHO EN LA CONTINUACION DE LA ANTERIOR FIJESE QUE LO MAS LAMENTABLE ES QUE ASI PASA EN LA VIDA REAL Y LA VERDAD ES QUE PAULA NECESITABA CONFIAR MAS EN SI MISMA PARA DECIR LO QUE SENTIA SIN MIEDO A NADA
PERO ASI ES EL AMOR QUE LE VAMOS A ASER ES PARTE DE LA VIDA
LO UNICO QUE PUEDO DECIR ES QUE SI TE GUSTA ALGUIEN ES ESPECIAL DEMUESTRASELO A LO MEJOR CON DETALLES O SI ES OPORTUNO DECIRLO AUNQUE DESPUES TENGAMOS QUE SUFRIR POR LE DESEPCION JEJEJEJE
ESO ES LO QUE DIGO YO QUIEN SAVE A LO MEJOR LE AGRADAS A ESA PERSONA TODO PUEDE PASAR
HERMANO NOS BEMOS LUEGO SE ME CUIDA MUCHO ESTAREMOS ESPERANDO LA CONTINUACION DE DICHA HISTORIA,DRAMA DE LA VIDA REAL JEJEJEJE
AORA SI ADIOS SE ME CUIDA MUCHO
ATE: "@"

Anónimo dijo...

Pobre Rodrigo, por tomar malas decisiones se quedó como el perro de las dos tortas...

Atte.
Cma

Danielov dijo...

No no no, mi hermano... creo que concuerdo con aquel comentario que ya le habían hecho acerca de los géneros literarios. Más que novela, o incluso cuento, esta más bien sería una especie de crónica narrativa (de una ficción). ¿Por qué? Por la ausencia de algo medular en cuento o novela: diálogos. Nomás nos ha platicado las situaciones y contexto de los personajes, pero aún no les ha dado voz. Sigo en espera de ello.

Por otra parte, la historia está tomando un giro interesante al plantear esta continuidad retroactiva; ¿qué ocurría con nuestros personajes antes de la situación que se planteó al principio? Muy bien.

Saludos, caballero. Espero que la pizza del lunes le haya sentado bien.