Bueno, mis queridos lectores, había estado evitando el reabrir el debate y el escribir más sobre el tema porque lo consideraba innecesario e incluso imprudente. Pero al fin y al cabo ¡qué rayos!, para eso es un blog ¿no? Para expresar diversas opiniones, y aquí les dejo la mía.
Antes de entrar en materia les hago una recomendación: Lean los comentarios publicados en la entrada “Los tiempos de esclavitud han pasado...?” para que entiendan mejor el contexto.
Bien, abordemos el tema entonces. Como ya les mencioné más arriba, tiene que ver con lo publicado en esa polémica entrada donde yo hablaba de la Esclavitud a las opiniones ajenas, es decir, a que nos dejamos llevar tanto por ellas con respecto a la apariencia exterior, que la sociedad en general se ha vuelto superficial.
Sin embargo, las opiniones variaron vastante en torno al tema principal, y se expusieron ideas interesantes y puntos de vista personales también. El último de ellos en particular --publicado por srx-- fue el que me decidió a reabrir el debate, por el hecho de que toca varios puntos interesantes. Iré desmenuzando uno a uno dichos puntos, expondré mi opinión, y entonces habrá tela de donde cortar.
INFLUENCIA
“Estoy en proceso de librarme de esa toxicidad que se llama "influencia".”
Esa fue una de sus primeras expresiones que resumen la idea planteada de inicio. Comentaba que ella también se había dejado arrastrar por esta corriente. Sin embargo, entendamos una cosa: Dependiendo de lo que conlleve esa “influencia” podemos considerarla tóxica o beneficiosa. Yo entiendo que ella hablaba en un contexto de una “influencia” sobre las opiniones de la apariencia exterior de la gente, y en este caso sí es muy posible que sea tóxica, debido a que se suele catalogar a la gente por la impresión física que dan. El excluir a personas que no tienen las mismas costumbres o gustos que los nuestros.
Aparentemente, hasta ahí todos estuvimos de acuerdo en lo comentado.
AUTENTICIDAD
Ahora bien, ella habló también en particular de la autenticidad:
“en cuanto a si ser aceptados o no en cierto cìrculo social, hablamos de la autenticidad. como un amigo actor dijo: la vida, es teatro, los lugares y situaciones son los escenarios. Nosotros, somos los personajes. Adoptamos el papel segùn en el escenario donde estemos. Por ejemplo, no te portaràs igual cuando estàs con tu familia a que si estàs con tus amigos, esto es, (y por sòlo poner un ejemplo) el manejo del lenguaje verbal. No le hablas igual a tu padre que al jefe de tu àrea laboral. Pero no quiero enfrascarme en este rollo de la autenticidad... puedo concluir con que muchas veces, usamos màscaras.”
Es cierto que según la persona o el lugar, variamos nuestro comportamiento, pero lo importante es saber hasta qué punto variamos este desenvolvernos en cada situación. Al final ella reconoce que a veces usamos máscaras, y, no sé si ustedes estén de acuerdo conmigo, pero esto no debería de ser. Eso ya no sería autenticidad. Claro que no le hablarías igual a tu papá que a un jefe o a un amigo, sin embargo tus valores y forma de expresarte debe ser la misma si quieres ser auténtico y no llegar a caer en la hipocresía.
ESCLAVIZARNOS A NOSOTROS MISMOS
En seguida, habló de la autoesclavitud, ella lo expresó así:
“en cuanto al texto, un enfoque màs certero serìa: nosotros nos volverìamos esclavos de nosotros mismos.
al decir "no tengo tiempo", por ejemplo, es una muestra clara; en realidad deberìamos decir: "no me he dado tiempo". nosotros nos ponemos lìmites... todo està en nosotros... nos vemos afectados por el entorno, pero si nos dejamos manipular como tìteres... jamàs saldremos de eso hoyo de la "anti-autenticidad".
En esto estoy absolutamente de acuerdo. nosotros decidimos hasta donde nos dejamos amarrar por las circunstancias, es cierto que nosotros no podemos manejar la mayoría de ellas debido a que el tiempo y el suceso imprevisto nos acaesen a todos como dijo el sabio rey Salomón, pero sí podemos determinar hasta donde nos afecta emocionalmente las situaciones, o al menos en gran medida.
LA LIBERTAD
Por último, ella tocó un punto muy delicado, pero que si lo vemos objetivamente, podemos obtener una buena conclusión:
“Y de la libertad... ¿quièn lo es?
En todo siempre hay reglas. "La libertad es sòlo una ilusiòn"
O como dirìa Eric Froom "tenemos miedo a la libertad", porque si el hombre en verdad se empeñara en encontrarla... el mundo serìa un caos, cada quien haciendo lo que se le venga en gana.”
En esto no estoy de acuerdo. Vamos por partes:
Primero no se debe confundir –como usualmente sucede—el término “libertad” con la idea de “libertinaje”.
La libertad según un diccionario es: “Facultad de las personas para actuar según su propio deseo en el seno de una sociedad organizada y dentro de los límites de reglas definidas.”
En cambio, el libertinaje lo describe así el mismo diccionario: “Abuso de libertad, desenfreno. Comportamiento inmoral y vicioso:
Segundo, Contrario a lo que muchos creen, la libertad no significa ausencia total de reglas. Y viceversa, las reglas no limitan la libertad individual. Un ejemplo muy claro sería este: Si ustedes transitan por un puente elevado, notarán que a ambos lados existen límites, muros de contención. Ahora bien, ¿dirían que esos muros están menoscabando su libertad de movimiento? Por supuesto que no. Esos muros están ahí por protección. Además, los muros no están ahí para chocar contra ellos, si no para darnos seguridad.
Lo mismo pasa con las reglas. Están ahí no para romperlas, si no para darnos seguridad, y aún así, tenemos libertad de decidir cuál es nuestro rumbo.
Por lo tanto, sí existen personas libres, y que ejercen dicho derecho con responsabilidad y sabiduría.
Aquí terminó el comentario de nuestra querida srx.
Ahora bien, estas son mis opiniones. Pero, ¿qué opinan ustedes?
¡se abre el debate!
1 comentario:
Pa dejarla sencilla: esclavo es el que se asume como tal. Por ejemplo: tal vez a mí no me guste mi recochino trabajo y me siento esclavizado a él, mientras que otra persona con un trabajo similar en condiciones paralelas pueda sentirse realizado y motivado por éste. Mucho depende, pues, de la actitud que tengamos hacia las cosas.
Acerca de la libertad de hacer, lucir y actuar a nuestro arbitrio, curiosamente eso podría movernos a otro tipo de convenciones predefinidas. ¿Quién no conoce al pseudo-intelectualoide-chairo-de-banqueta que, queriendo distinguirse como "separado" del rebaño, adopta el look greña larga/ barba de leproso/ pantalón mugroso/ camisa de cuadros/ saquito de pana/ libreta Moleskine en la mano? ¿No se está la persona encasillando ahora en otro estereotipo? Y sin embargo, la noción de libertad de estos individuos puede verse plena al haber adoptado este rol.
Por eso yo, como buen pordiosero, me visto con lo que las buenas personas me regalen al pasar a pedirles a sus casas, jejejeje.
Muy complejo tema, mi amigo. Lo veo pronto.
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