lunes, 8 de marzo de 2010

Fin de semana de perros

Es por demás. La decadencia del ser humano es más que patente. Hace aproximadamente 3 semanas me enfermé de la garganta, dejándome una tos de perro vastante desagradable. Después de una semana de sufrirla, aparentemente la había librado, pero ¡no!
Este sábado por la mañana volví a amanecer con una voz de hombre como los que ya no existen, y un ligero ardor en la garganta. Pensé que sería solo una irritación provocada por haberme enfriado el día anterior, y así pasé el día. Pero por la noche empeoré al grado de tener un dolor en la garganta insufrible. Y como consecuencia, no pude dormir en toda la noche. ¡no les exagero! Me acosté como a las 12 y dormité una hora cuando mucho. De ahí en adelante me la pasé con los ojos pelones (ups perdón, la costumbre, quise decir despierto).
Hasta me puse a ver una peliculilla mafufa que --bendito sea Dios-- pasaron a las 4 de la madrugada en el canal 5 a diferencia de todos los demás canales donde solo eran comerciales de esos de productos que para la próstata, que para bajar de peso, para hacer ejercicio sin moverte, y todas esas ñoñerías.

En fin, me dieron las 8 y seguía despierto. Ya nada más pude dormitar unas 2 horas, pero cuando desperté el dolor de garganta era peor... no lo creí posible.

Para colmo, a mi considerado papasito se le ocurrió llevarnos a un rancho con unos hermanos que nos invitaron a comer, y no me quejo de la hospitalidad de la gente, sino de que hacía un aiggggronaso del demonio.

Y claro, como era de suponerse, hoy estoy peor. Ni comer a gusto puedo debido al dolor de garganta. Habían de llevarme al rastro, ya para que me hagan caca...rnitas (perdón, se me va la voz).

Luego para colmo me hacen enfadar el sábado. Haber, qué afán ese de preguntarle a un ciego cada que lo saludas: haber… ¿quién soy?
Chale, parecen niños con juguete nuevo, y eso que me conocen hace un buen. y ¡peor! Todavía tienen el descaro de que cuando uno les contesta, y les dice acertadamente quienes son, dicen: aayy, que bonito, sí le atinó.
¡RAYOS! ¡NI QUE FUERA UNO MENSO! (al menos no por ese lado), somos "ciegos" no idiotas... bueno algunos.
Consejo: nunca hagan eso. Lo único que logran no es poner de manifiesto las habilidades auditivas del ciego en cuestión para reconocer voces. Solo están haciendo enojar al individuo y además le recuerdan que no es una persona “normal”, aunque no sea ese su propósito.
No, y dejen de eso. Yo no sé porqué hay esa costumbre de que cuando llegan a saludar a las personas en esta situación, por lo regular le gritan: ¡HOLA! ¡¿CÓMO ESTÁ?!
Y al recibir la respuesta acostumbrada de “bien gracias” vuelven a gritar: ¡QUÉ BUENO! ¡ME DA MUCHO GUSTO!
Haber, ¿qué parte de “CIEGOS” y no sordos no entienden?
Bueno, la verdad esque varios de nuestros colegas de profesión (porque sí es una profesión, no tienen idea el trabajo que cuesta desenvolverse eee) han dado esa impresión a los demás. Tal vez de ahí vengan esas costumbres.

En fin, no voy a cambiar al mundo. Solo es que ando en mis días difíciles (digo, los hombres tenemos derecho a tener días emocionales, mas no físicos, claro. Aunque con diferente frecuencia).

Bueno, ahora ya saben mis penas. Grrr, empieza a dolerme la cabeza, por si faltaba algo.

Ya dije. Ahora de aquí en adelante todo seguirá igual.

1 comentario:

Danielov dijo...

Y es que, ciertamente, aunque una tos o una gripa no son cosa tan seria que digamos, pero cuando se padecen son la muerte, sobre todo de noche. Usted dice y nos echamos unos tequilazos.

¡SÍ ME ENTENDIÓ, ¿VERDAD?! ¡AH, BUENO! ¡MENOS MAL!

Y luego dice que es a mí al que todo le sucede...