Para quien aún no conozca o entienda el juego,
ahí están las reglas.* * *
En nuestros días, el asesinato ha tomado una fuerza descomunal entre el interés general de las personas. Si las noticias no contienen un determinado porcentaje de notas de asesinatos, no llaman la atención de los notividentes o notiescuchas.
Cada quien tiene sus razones para asesinar y sus víctimas definidas. Inclusive, por muy extraño que parezca, puedo asegurarles que en Aguascalientes se da una situación por demás curiosa. Aquí la tendencia general es asesinar suizos… ¿Por qué? No tengo la menor idea, pero tenemos el índice más alto en suicidios de toda la república. Y como aquí, en diferentes regiones se dan fenómenos distintos, como fratricidios (asesinatos a hermanos carnales) o regicidios (muerte a reyes). También existen los raticidas como mi mamá, que solo es cuestión que le vea la colita a la rata y seguro no sobrevive un día más… o las torcidas (mujeres que matan personas en los edificios o torres… sí ¿no?) y así. Pero lo más interesante de todo no es a quién, sino cómo.
Las noticias, telenovelas, libros, canciones, etc., están repletas de métodos distintos que pueden emplearse al tramar un asesinato. Se han inventado un sinnúmero de armas complejas y simples con tal fin. Pero aquí les desvelaré el secreto del mejor modo de asesinar. Analicen el siguiente texto:
At that moment, with the moonlight illuminating, he came to her ear and said some beautiful words that only they know. Then she came softly in response to him… and kissed him.
Qué bonita escena ¿no? El problema es que este tipo de literatura ya no vende, necesitamos un giro sorpresivo en este final, una reacción más natural y humana en ella. ¿y si cambiamos dos letras al texto? Algo como:
At that moment, with the moonlight illuminating, he came to her ear and said some beautiful words that only they know. Then she came softly in response to it… and killed him.
Mucho mejor. Seguro que la novela que tenga este final gozará de la aceptación entre la sociedad de hoy; así como sucede con otras series, tipo “Mujeres asesinas”; o películas como “sangriento San Valentín”. ¿O ustedes creían que es casualidad que las palabras “asesinar” y “besar” en inglés sean tan parecidas? ¿Qué nadie se dio cuenta de que estas ideas en la literatura popular tienen décadas y hasta siglos de antigüedad? Si hasta Shakespeare fue uno de los precursores de estos intensos finales, en su reconocidísima obra “Romeo y Julieta”. ¿Ya se les olvidó que Julieta asesinó a Romeo con un beso…? ¿O fue al revés? Bueno, el caso es que fue un beso envenenado… ¡bah! ¿De verdad creyeron que fue sin querer?
Sí amigos, los literatos en general tienen mucho tiempo fomentando la mentalidad del asesino en la gente. Y por lo regular es por medio de los besos… ¿recuerdan el beso del vampiro, de aquel conocido como Drácula, creado por el sublime escritor Bram Stoker? ¿Quieren más ejemplos, o ahí le paramos?
Si hasta los cantantes tienen esa misma tendencia. Por ejemplo, recuerden aquella famosa canción de Pandora, que dice más o menos así:
MÁTAME muy suavemente con tus palabras, rozando muy lentamente mis LABIOS HASTA PERDERME… MÁTAME.
Qué interesante resulta analizar los verdaderos pensamientos de los que escriben canciones o novelas tan supuestamente románticas… bueno, Drácula no es romántica en sí misma, pero era para demostrarles que el beso no es otra cosa que un método infalible para asesinar.
Por eso, tengan mucho cuidado con los ósculos (del latín osculum). Si es un beso robado, pueden considerarlo como una amenaza. Si alguien les pide un beso, es porque a esa persona le gusta el suspenso. Si les dan un beso apasionado, probablemente su muerte será dolorosa y cruel. Y así por el estilo.
Por ello, yo considero que sería sumamente interesante revisar los periódicos el 15 de febrero próximo y contar las muertes que ocurrieron el día anterior, el 14, día en que se dan y reciben más besos de todo el año. Al mismo tiempo propongo un análisis de los labios de las víctimas… muy probablemente así se podrá establecer sin temor a equivocarnos, el culpable del delito.
Ahora bien, este tipo de asesinatos son premeditados y requiere una planeación de antemano. Sin embargo, existen otros que suelen ser espontáneos e instintivos. Por ejemplo, imaginen que ustedes están peques y su mamá les prohibía tener novia en la escuela, por la razón que sea. Pero desgraciadamente un día su madre encuentra una cartita bastante comprometedora entre las hojas de la libreta de Matemáticas.
Mamá:
-A ver hijo ven acá. ¿Quieres explicarme qué significa esta cartita que encontré en tu libreta?
Peque:
-¿Una cartita? No sé de qué hablas.
Mamá:
-No te hagas. Si en la dedicatoria viene tu nombre.
Peque:
-¡Ah! Ya me acordé. No pues es que es de una compañerita mía, pero no es lo que estás pensando.
Mamá:
-¿Ah no? ¿Y por qué dice en ella que ya no quiere que le vuelvas a pedir lo mismo, que ya te dijo que eso no puede suceder entre ustedes?
Peque:
-Ah pues es que le pedí que fuéramos amigos, pero creo que ella no quiere…
Mamá:
-¿Amigos? ¿Entonces por qué dice: “si quieres podemos ser amigos, es lo único que puedo ofrecerte…”?
Peque:
-Mmmm (¡glup!), pues porque yo le pedí que fuéramos mejores amigos, pero ella solo quiere que seamos amigos.
Mamá:
-Oh, qué extraño… porque después de eso sigue diciendo: “incluso podemos llegar a ser mejores amigos si lo deseas, pero no me vuelvas a pedir eso que me dijiste en el recreo…”
Cuando quieres correr es demasiado tarde. En los ojos de tu madre se refleja la ira y la sed de asesinato, y el observarla sencillamente te paraliza. Esos son asesinatos espontáneos, sin premeditación.
Así es: de quien más tenemos que cuidarnos es de quien nos bese, o de nuestra madre… son quienes conocen la forma perfecta de asesinarnos a sangre fría.
Habiéndoles explicado en qué consiste a grandes rasgos la asesinatología, les invito a que comparen los posts de los participantes en Bloggames que tratarán un tema por el estilo. Ahí están
La pecesita,Jadyland,Pankoala,Peyote,Andrea,Lex,Deliarte,El ser supremo,Mamba,Nayo.He de agradecerles infinita y estupefacientemente (¿qué dije?) su apoyo en la ronda anterior, pues resulta que fui el que obtuvo la mayor cantidad de puntos, y todo gracias a ustedes. ¿Repetiremos la azaña? “Ya veremos”, dijo el ciego.
Postdata:
Mamá: Si estás leyendo esto, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Reafirmo y refuerzo mi juramento de que esa carta no era para mí, aunque dijera “para Pith Zahot”. ¡Mommy, don’t kill me… just kiss me!